miércoles, 30 de enero de 2013

El combate espiritual II

Hemos visto que la doctrina ascética del monacato primitivo puede reducirse a tres puntos fundamentales: el combate espiritual, las armas para el mismo y los frutos de la victoria. El lunes 28 vimos el combate espiritual y ahora citaremos las armas para el mismo.


Las armas:  Las principales con que contaban para triunfar en sus combates espirituales eran la oración, el trabajo y el ayuno:

Las oración: Era su obligación fundamental ya que habían marchado al desierto y a  la soledad para entregarse al trato continuo con Dios. La oración estaba perfectamente regulada, para la mañana, mediodía y la tarde de cada día. Fuera de la sinaxis litúrgica hebdomadaria, se la dejaba a la iniciativa de los anacoretas y consistía, sobre todo, en el canto de los salmos, al que muchos dedicaban varias horas del día y de la noche. El pensamiento de Dios acompañaba al monje en todas partes y en ello veían la principal fuente de energía para vencer las pasiones.

El trabajo:  Ellos partían del principio de que cada cual debía vivir de su trabajo manual, no importaba cuál, y siempre que ese trabajo fuera compatible con las posibilidades que ofrecía el desierto y con las exigencias de oración continua y recogimiento. Entonces, se fabricaban canastos, cuerdas, esteras, etc, objetos que la colonia se encargaba de vender para procurarse a cambio aquellos productos que necesitaba. Había, a veces, solitarios desocupados, pero, en ese sentido, enfriaban la disciplina espiritual del desierto en una de sus leyes fundamentales.

El ayuno:  La frugalidad se consideraba aún más importante que el trabajo para sujetar la carne al espíritu. El ayuno consistía en hacer una sola comida al día. Estaba perfectamente reglamentado entre los cenobitas pero, entre los anacoretas, se dejaba librado al fervor de cada uno. Gran número de ellos  ayunaban todos los días; algunos comían tan sólo cada dos, tres, cuatro y hasta cinco días. Los ejemplos de los grandes ascetas arrastraban a los menos ardientes.

de la introducción a los Apotegmas de los Padres del desierto, Ed. Lumen -  El Monacato oriental, B.A.C

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